Evita

Eva Perón: 106 años de un legado inmortal que transformó la historia de Argentina

María Eva Duarte de Perón, más conocida como Evita, nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, provincia de Buenos Aires. A 106 años de su nacimiento, su figura sigue siendo un símbolo de lucha y justicia social, pero también un tema de debate profundo y divisivo en la sociedad argentina.

Evita, quien antes de ser una figura política fue actriz y locutora, encontró su verdadera vocación al conocer a Juan Domingo Perón en 1944. Su matrimonio con Perón en 1945 marcó un antes y un después en su vida, y rápidamente asumió un rol clave en el movimiento político argentino. Aunque no ocupó un cargo oficial, su influencia como primera dama fue decisiva en la implementación de políticas sociales que beneficiaron a los más humildes.

Uno de sus logros más emblemáticos fue la sanción de la Ley 13.010, que en 1947 permitió a las mujeres argentinas ejercer el derecho al voto, un hito que cambió la historia del país. Además, fundó el Partido Peronista Femenino, promoviendo la participación política de las mujeres, lo que constituyó un avance crucial en la igualdad de género.

En 1948, Evita creó la Fundación Eva Perón, que se dedicó a la asistencia social. A través de esta organización, se construyeron hospitales, escuelas y hogares para los más necesitados, consolidando su imagen como «la abanderada de los humildes». Sin embargo, su figura también estuvo envuelta en la polémica desde el inicio de su ascenso político.

La prensa de la época también jugó un papel importante en la construcción de una imagen polarizada de Eva. Los medios de comunicación, particularmente los más cercanos a la oposición, la retrataban como una mujer de carácter fuerte que se valía de su popularidad para implementar un modelo de gobierno personalista. Su fundación, aunque aclamada por los sectores populares, era vista por algunos como un instrumento de control político que reforzaba la influencia del peronismo en las clases bajas.

A pesar de estas críticas, Evita mantuvo el apoyo masivo de los sectores populares, especialmente las mujeres y los trabajadores, quienes la veían como la gran defensora de sus derechos. Sin embargo, para los opositores de Perón y la élite conservadora, ella representaba una amenaza a los valores tradicionales y a la estructura de poder establecida.

El 26 de julio de 1952, Eva Perón falleció a los 33 años debido a un cáncer cervical. Su muerte conmocionó a toda Argentina, y su figura fue rápidamente mitificada. Su cuerpo fue embalsamado por el doctor Pedro Ara, quien había sido responsable del tratamiento de otras personalidades fallecidas. Durante varios años, el cuerpo de Evita fue exhibido en la Casa Rosada, en una especie de altar.

Tras el derrocamiento de Perón en 1955, el gobierno de facto que asumió el poder decidió robar el cuerpo de Evita en un intento por despojar al peronismo del país. El cadáver fue llevado a Italia, donde permaneció oculto durante años. Finalmente, en 1971, después de una larga serie de esfuerzos, el cuerpo de Evita fue devuelto a Argentina y enterrado en el cementerio de la Reina del Plata, donde permanece hasta hoy en una tumba en el cementerio de la Recoleta.