El Gobierno de Javier Milei ha decidido avanzar en una profunda reforma de subsidios energéticos en Argentina, que implicará la eliminación gradual de los beneficios para la clase media. La medida, acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), busca reducir el déficit fiscal y desregular el mercado energético.
Actualmente, el sistema de subsidios se divide en tres niveles:
- Nivel 1 (ingresos altos): sin subsidio
- Nivel 2 (ingresos bajos): subsidio completo
- Nivel 3 (ingresos medios): subsidio parcial
Según datos oficiales, hasta diciembre de 2024, había 9,5 millones de usuarios de electricidad con tarifas subsidiadas. De ellos, 6,3 millones estaban en el Nivel 2 y 3,2 millones en el Nivel 3. En gas, 5,3 millones de usuarios residenciales recibían ayuda estatal.
El nuevo modelo eliminará esta segmentación y adoptará un esquema más simple, similar a la tarifa social implementada durante el gobierno de Mauricio Macri: quienes califican como vulnerables recibirán subsidios; el resto, no.
La reforma se implementará de forma gradual y se espera que el rediseño completo del régimen se active luego del calendario electoral. La Secretaría de Energía, encabezada por María Tettamanti, estará a cargo de instrumentar el nuevo sistema. Según el FMI, el gasto en subsidios energéticos debería bajar del 1,1% del PBI en 2024 al 0,5% en 2025.
En paralelo, el Gobierno avanza en la reforma del mercado mayorista de electricidad. La Resolución 21/2025 de la Secretaría de Energía habilita a las empresas a firmar contratos sin intermediación de CAMMESA, la compañía estatal que centraliza compras y ventas de energía. El objetivo es volver a un esquema de libre contratación como el de los años noventa. Para que eso funcione, las tarifas deberán reflejar el costo real del suministro y los subsidios se canalizarán directamente en las facturas de los usuarios vulnerables.