Estuvimos en el HCD de San Martín, conversando con Alexia Carusso. Ella cuenta que recuerda haber sido muy pequeña doblando boletas en el comité con su papá. Pero lo que realmente reafirmó su convicción como militante fue la primera campaña que eligió apoyar desde la juventud radical. A los 13 años, ella comenzó su propia militancia en el ámbito local apoyando a Fernando González (padre) y a Walter Carusso, quien se postulaba como diputado provincial.
«Nuestro partido respeta la democracia; dirimimos nuestras diferencias en internas. Y esa misma actitud la llevaremos al HCD. Más allá del debate, siempre encontrarnos en el consenso es la decisión en esta nueva etapa, lo mejor para los vecinos de San Martín.
Mis banderas en el HCD son los derechos de las mujeres, el trabajo joven y lograr concientizar sobre las violencias en línea general. Muchas generaciones han sido influenciadas por la educación patriarcal, por lo que es crucial trabajar con varones, mujeres e integrantes de la comunidad LGBT+».
Su inicio como militante
«Creo en la capacitación de hombres, mujeres y demás disidencias; de hecho, yo misma me he capacitado. Comencé a militar a los 13 años. Muchas personas siguen juzgando a las mujeres por su apellido de origen o de casamiento, algo que no sucede con los varones. Nadie juzga a Máximo Kirchner por ser hijo de. Él es Máximo. Las mujeres a menudo enfrentamos juicios sobre nuestros conocimientos; personalmente, soy abogada y docente en la Universidad Nacional de San Isidro. Merezco ocupar el cargo que me fue encomendado por mi espacio partidario y luego por elección de los vecinos».
Consultamos su opinión sobre el discurso del intendente Fernando Moreira en el inicio de las actividades legislativas de 2024.
Respondió que el discurso fue político, abordando temas nacionales conocidos, pero sin proporcionar detalles cualitativos ni cuantitativos sobre las obras públicas que deben completarse en San Martín ni sobre programas a mejorar o iniciar: «Desde mi lugar, junto a Analía Mariano, vamos a ser una oposición constructiva. Personalmente, critico el espacio destinado a las mujeres. No encuentro vocación de servicio en un ámbito que debería ser contenedor y reparador para todos. Estoy convencida de que hombres y mujeres deben ser tratados por igual. Los espacios donde se otorgan derechos deben incluir a todos los géneros. Hablemos de violencias y, luego, si corresponde, abordemos lo jurídico; si es femicidio, que paguen esa condena. El movimiento Ni Una Menos solo genera más odio y sectores radicalizados de mujeres anti-varones, así como de hombres que odian a las mujeres en general».
Cerro diciendo «desde ESPACIO ABIERTO SAN MARTIN, estamos para colaborar con todas las comunidades y vecinos de San Martín, sean del partido que sean. Nuestro espacio abre las puertas a todas las ideologías partidarias».
