Se cumplen diez años de la histórica primera marcha de Ni Una Menos, cuando miles de personas salieron a las calles en todo el país al grito colectivo contra los femicidios y la violencia machista. Aquella movilización, impulsada por periodistas, escritoras y activistas, marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género en Argentina. Hoy, una década después, los reclamos siguen vigentes.
El 3 de junio de 2015, un grupo de periodistas y comunicadoras fue clave para articular un llamado urgente frente al horror del femicidio de Chiara Páez, de 14 años, y de muchas otras víctimas que quedaron invisibilizadas en el silencio institucional. Ese día, cientos de miles de voces se unieron para decir basta. Desde entonces, la consigna #NiUnaMenos se consolidó como una de las principales demandas del movimiento feminista en la región, y sigue vigente con mucha fuerza como símbolo de lucha por una vida libre de violencias para mujeres, niñas y personas LGBTI+.
Además de ser un hito histórico para nuestro país, Ni Una Menos se inscribió en una ola regional de lucha por los derechos de las mujeres, convirtiéndose en una referencia ineludible para América Latina e incluso del mundo. Desde Uruguay, Chile, México, Colombia a España, Alemania e Italia, su potencia colectiva y su capacidad de articulación inspiraron movilizaciones similares en estos países, y se enmarcaron también en un contexto global de visibilización de las violencias de género, junto a movimientos como #MeToo.
“ Ni Una Menos fue un grito colectivo que rompió el silencio y e hizo visible aquello que durante muchos años fue invisibilizado. Diez años después, su potencia transformadora sigue viva. Se han logrado avances históricos, pero también enfrentamos retrocesos alarmantes. En un contexto de discursos negacionistas y desmantelamiento de políticas públicas, es esa misma fuerza la que necesitamos para defender lo logrado y exigir al Estado que cumpla con sus obligaciones y garantice a mujeres y niñas una vida libre de violencia”, expresó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Datos que duelen
El observatorio Mujeres, Disidencias Derechos, de Mumalá registró que desde el 1 de junio de 2015 hasta el 30 de mayo de 2025, hubo 2.589 femicidios, femicidios vinculados y trans/travesticidios en la Argentina. En el mismo período, en Santa Fe, hubo 337 casos -219 femicidios íntimos y 118 feminicidios en contexto de economías delictivas-.
«Detrás de cada caso hay una vida truncada, una familia devastada y un Estado ausente», sostiene el informe. Por eso, «a una década de la histórica movilización del 3 de junio de 2015, cuando millones alzamos la voz bajo la consigna #NiUnaMenos», desde la organización expresaron que «la violencia machista persiste y se agrava. Hoy, más que nunca, denunciamos que el brutal ajuste económico implementado por el gobierno de Javier Milei profundiza la desprotección y la precarización de nuestras vidas. Los datos son claros, y cada número es una tragedia que duele».
Entre otros datos, el informe agrega que en la misma década, «2.788 niñas, niños y adolescentes quedaron huérfanos» en el país.
Con todo, desde la organización exigieron «la declaración de emergencia nacional Ni Una Menos, la restitución de políticas nacionales, el reemplazo de las eliminadas por políticas provinciales y municipales».