Una ola de contagios de gripe sin precedentes encendió las alarmas sanitarias en el mundo. Los sistemas de salud de Europa y Estados Unidos están al límite. La variante H3N2 subclado K (conocida como «Gripe K») ha adelantado la temporada entre 3 y 6 semanas. Esto desbordó las previsiones e inundó los centros de atención del hemisferio norte.
Hospitales en España, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos reportan una saturación total. Las salas de urgencias están colapsadas y la demanda crece sin parar. Los más afectados son los niños y los adultos mayores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte: el avance del virus es muy rápido.
La presión se agrava por la circulación simultánea del Virus Respiratorio Sincitial (VRS) y el SARS-CoV-2. Esta «triple amenaza» hace que los diagnósticos sean más difíciles. También aumenta mucho los tiempos de espera. En España, la gripe ya multiplica por diez los casos del año pasado. Esto obligó a regiones como Alemania y Reino Unido a usar refuerzos extra. Algunos lugares retomaron el uso de mascarilla en centros de salud.
¿Por Qué la Variedad K es Tan Contagiosa?
La cepa H3N2 subclado K no provoca cuadros individuales más graves si la persona está vacunada. Su gran riesgo está en ser muy transmisible. Esta variante tiene mutaciones que le permiten evadir parte de la inmunidad previa. Incluso las personas que ya se vacunaron en años anteriores pueden contagiarse. Esto dispara la cifra total de casos y sobrecarga los hospitales.
Los síntomas más comunes son:
- Fiebre alta repentina.
- Fuertes dolores musculares.
- Tos seca y cansancio extremo.
Ante este escenario, las autoridades sanitarias, como el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), enviaron un mensaje claro: «Vacúnese sin demora».
La inmunización sigue siendo la mejor herramienta para evitar complicaciones y la internación. Los datos de Reino Unido muestran que la vacuna reduce hasta un 75% los ingresos de niños. Los grupos que deben vacunarse primero son: mayores de 65 años, embarazadas, personas con enfermedades crónicas y el personal de salud.
Los especialistas también insisten en medidas de higiene básicas: ventilar los ambientes, lavarse las manos con frecuencia y evitar la automedicación. Se recomienda ir al médico solo si la fiebre no baja o si se tienen problemas para respirar. La OMS lo resume así: «La vacuna antigripal es clave para prevenir muertes y hospitalizaciones.»
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