La ex presidenta y actual referente central del peronismo, Cristina Fernández de Kirchner, se dirigió este martes a la militancia tras el fallo adverso de la Corte Suprema en su contra. Desde la sede del Partido Justicialista, la ex mandataria denunció una maniobra del “Partido Judicial” para proscribir al peronismo y acotó: “No son estos tres monigotes de la Corte, son los poderes económicos que manejan la Argentina desde siempre”.
Cristina aseguró que “el cepo al voto popular” es la nueva estrategia de quienes “ya no quieren cometer el error de 2019”, en alusión a su candidatura y la posterior victoria del Frente de Todos. “Cuando esto se desplome, necesitan que el campo nacional y popular no pueda organizarse”, advirtió, al tiempo que alertó sobre la fragilidad del actual esquema económico: “Esta tranquilidad del dólar pisado y el endeudamiento despiadado es la crónica de una muerte anunciada”.
Sin eufemismos, apuntó también al presidente Javier Milei: “No es culpa de él, lo votaron. No está ahí de prestado. Pero cuando ya no les sirva más, lo van a tirar como tiraron a otros”. Y en un tramo de fuerte tono personal, aseguró que ser perseguida judicialmente es “un certificado de dignidad política e histórica”. “Mientras los Caputo, los Macri y los Sturzenegger caminan libres, a mí me quieren presa. Pero créanme, eso no me avergüenza. Me honra”, dijo.
El cierre fue un llamado a la organización política: “A militar, a organizarse, a estar junto a la gente que lo necesita. Los peronistas no nos profugamos, ponemos el cuerpo. La derecha mafiosa se esconde, nosotros damos la cara”, arengó ante un auditorio fervoroso.
