Día Internacional de la Mujer: Más que una celebración, una conmemoración. El error de decir «Feliz día»
Ni flores ni rizas. "SOLO SONRISAS", de complicidad, seguimos por más. (Vivinila Gómez)

Día Internacional de la Mujer: Más que una celebración, una conmemoración. El error de decir «Feliz día»

Día Internacional de la Mujer: Más que una celebración, una conmemoración

Cada 8 de marzo, el mundo recuerda el Día Internacional de la Mujer, una fecha que no se trata de felicitaciones ni de regalos, sino de memoria, lucha y reivindicación. Cuando llegue el día en que los hombres y algunas mujeres no digan «feliz día», sino que comprendan el verdadero significado de esta jornada, estaremos entrando en una nueva era de conciencia y justicia social.


El origen del 8 de marzo: lucha y derechos

El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en las luchas obreras de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando las mujeres exigían mejores condiciones laborales, igualdad salarial y derechos políticos.

Uno de los hechos más simbólicos ocurrió el 8 de marzo de 1908, cuando 129 trabajadoras murieron en un incendio en la fábrica textil Cotton de Nueva York. Estas mujeres habían iniciado una huelga para exigir jornadas laborales más justas y mejores condiciones de trabajo, pero fueron encerradas en el edificio, que terminó en llamas. Este trágico suceso marcó la historia y consolidó la necesidad de una jornada de lucha para las mujeres en todo el mundo.

En 1977, la ONU oficializó esta fecha como el Día Internacional de la Mujer, reconociendo las demandas históricas de igualdad, justicia y derechos humanos.


El error de decir «Feliz día»

El 8 de marzo no es un día de celebración, sino una jornada de reflexión sobre los avances logrados y los desafíos pendientes en la lucha por la igualdad de género. Decir «Feliz día» trivializa la historia de lucha y resistencia, transformando una jornada de memoria en una simple efeméride festiva.

No se trata de flores, bombones o felicitaciones, sino de reconocer:

  • La brecha salarial de género, que aún persiste en muchos países.
  • La violencia de género, que sigue siendo una problemática mundial.
  • El acceso desigual a oportunidades laborales, políticas y educativas.
  • El reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidado no, o poco  remunerado.

Cuando el 8 de marzo deje de ser visto como un día de celebración y se comprenda como un momento de lucha colectiva, podremos decir que estamos en una nueva era de conciencia y compromiso.


¡NO DIGAS FELIZ DIA!

dí:  ¡Vamos por mas equidad!