El diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires Itai Hagman, respondió en Twitter las declaraciones del ex vicepresidente Amado Boudou sobre la economía popular: “La propuesta de Grabois es hacer peronismo, reconocer que donde hay una necesidad nace un derecho y hacer ese derecho realidad efectiva”.
“La economía popular no es una ’propuesta’ de Grabois. Es una realidad de las más de 4 millones de personas que trabajan como cuentapropistas precarios”, aseguró Hagman, en respuesta a las críticas que “compañeros valiosos como Boudou” realizaron en medios de comunicación recientemente.
El economista y precandidato a renovar su banca explicó: “El mercado asalariado formal, incluso bajo gobiernos populares, no permite absorber a toda la población que trabaja. Lo que Juan y otros hicieron fue ayudar a ese sector a organizarse para pelear por su formalización conquistando derechos igual a los de trabajadores registrados”.
“Algunos creen que es una solución transitoria hasta que la economía formal absorba a todos, otros que es estructural a una nueva fase del capitalismo. De lo que nadie del campo popular puede estar en contra es de que ese sector se organice y pelee por sus derechos”, indicó Hagman. Y sumó: “Tampoco pedimos permitir que se considere – como lo hace la derecha – que la existencia de ese sector organizado es una traba para la economía formal”.
El diputado también dijo que, aunque “a algunos les resulte marketinero, no hay un botón para apretar que ‘convierta’ esos trabajos informales en empleo asalariado con derechos. Si así fuera ya lo habrían pulsado”.
Además, Hagman aseguró: “Lo que necesitamos es formalizar la Economía Popular para que esos trabajos hoy precarios ganen en derechos, con políticas públicas que garanticen ingresos dignos, obra social, aportes jubilatorios, vacaciones y todas las conquistas que marca nuestra constitución”. Y detalló que “hay organizaciones militando hace años logrando que miles de costureros que trabajaban en talleres clandestinos ahora lo hagan en polos textiles, que los cartoneros que revolvían la basura para sobrevivir ahora estén incluidos en circuitos formales de reciclado, que centenares de pequeños productores de cinturones periurbanos puedan acceder a un pedacito de tierra y que las compañeras que sostenían merenderos y comedores o con tareas de cuidado puedan hacerlo como parte de su actividad laboral; ¿Qué es todo eso sino trabajo genuino?”
Por último, reivindicó como “principal virtud” del peronismo visibilizar “a un sujeto sin derechos e incorporarlo al centro de la escena política. En su momento, los ‘descamisados’ eran los obreros industriales sin derechos, hoy son los trabajadores excluidos del mercado laboral formal”.
“La propuesta de Grabois en todo caso es hacer peronismo, reconocer que donde hay una necesidad nace un derecho y hacer ese derecho realidad efectiva”, concluyó.