Aimé, la joven bombero de 23 años. Estaba con tratamiento médico de salud mental, había tenido un intento de suicidio el día 01 de enero. A los días fue dada de alta. Estaba al cuidado de su madre.
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Aimé estaba sumida en una profunda depresión tras el suicidio de su pareja, Daniel Gustavo Lencina, de 47 años, quien formaba parte del Cuerpo de Bomberos y trabajaba como remisero.
Lencina había salido a cumplir dos servicios con los bomberos el pasado martes 31 de diciembre y había terminado a las 19.30. Algunas horas después de la medianoche fue hallado muerto en su casa. Su muerte causó una fuerte conmoción en el cuartel debido a que era muy querido por sus compañeros.
Lo cierto es que la salud mental, se llevó dos vidas y hay que prestar atención a la carta conmovedora, desgarradora, con una sutil pincelada de optimismo, el cual genera dudas.
«Tu trágico final de amor”
Todo indica que la socorrista de 23 años se habría quitado la vida. Ya había tenido un intento el pasado 1 de enero, luego que se enterara de que su pareja se había suicidado. Conocé el estremecedor posteo en redes de su familiar.
Las hermanas Aimé y Micaela Castillo (Facebook/Micaela Castillo).
Micaela, le dedicó en las últimas horas una desgarradora carta de despedida que publicó en su cuenta de Facebook.
Donde expresó: “Bienvenido el aprendizaje. No te vas, vos estás para el que tiene el ojo del amor; te veo. Bienvenida a mis sueños, eterna en el universo. Te veré cuando también esté lista para ascender a la eternidad”.
La carta completa de la hermana de Aimé Castillo
Tu romántico corazón,
tu trágico final de amor,
tu historia será de las más hermosas.
Serás recordada,
serás más que amada;
fortuna total de quien se empapa con tu recuerdo.
No había rumbo porque todo te quedaba pequeño,
siempre fuiste demasiado grande, una romántica
una fiel creyente de la alquimia;
dramática y catastrófica, un caos total.
Tus risas raras; mí fortuna de haber crecido con ellas.
Tu extraño miedo a cruzar la calle aún siendo bombero.
Auténtica en un mundo como éste, valiente total.
Fríamente calculadora, cálidamente amorosa,
detallista y compañera. El amor de tu vida se fue;
vos siempre decías que no soportarías nunca algo así,
me avisaste, no es traición.
Gracias por retarme siempre y defenderme de la basura del mundo.
Yo siempre fui la menor a tu lado,
no me abandonaste,
no tengo nada por lo que enojarme,
nunca me fallaste.
Gracias por acompañarme este tiempo.
Tenías fecha de partida.
Viniste a ser y enseñar amor; bienvenido el aprendizaje.
No te vas, vos estás para el que tiene el ojo del amor;
te veo. Bienvenida a mis sueños,
eterna en el universo.
Te veré cuando también esté
lista para ascender
a la eternidad.