A días de las elecciones de medio término, el presidente Javier Milei confirmó que llevará adelante una reestructuración de sus ministros, clave para impulsar las llamadas «reformas de segunda generación» en el segundo tramo de su mandato. El anuncio, realizado durante una entrevista televisiva, subraya la intención de reacomodar piezas estratégicas en la Casa Rosada para garantizar la viabilidad política y la eficacia de gestión.
«Yo tengo un contrato con los argentinos y lo voy a cumplir. Eso quiere decir que de cara al segundo tramo del mandato, voy a reacomodar el Gabinete para lograr los objetivos de las reformas de segunda generación. El 26 a la noche, con los números, veré qué tipo de entramado necesito para lograr los objetivos».
La reestructuración es inevitable en varios frentes. Deberán dejar sus cargos los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa), junto al vocero Manuel Adorni, quienes asumirán responsabilidades legislativas. Sin embargo, el movimiento en la Casa Rosada iría más allá, con figuras en la mira como el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y su par de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein. Este último, envuelto en una interna con el influyente asesor presidencial Santiago Caputo tras recientes contratiempos en la diplomacia.
Precisamente, la llegada de Santiago Caputo a un rol formal dentro del Gabinete es el rumor que cobra más fuerza. Si bien el consultor no buscaría formalizar su puesto, fuentes cercanas indican que podría aceptar si el Presidente se lo pidiera, lo que pone el foco en la Jefatura de Gabinete, actualmente a cargo de Guillermo Francos.
El Jefe de Estado, que guarda sus decisiones bajo siete llaves para no «arruinar» a sus funcionarios, busca con esta reconfiguración asegurarse un «tercio» de legisladores propios en el Congreso, al que definió como un «muro de defensa» crucial para defender vetos e impulsar sus iniciativas.