Esta mañana, la ex presidenta Cristina Kirchner publicó una carta de 8 paginas titulada “Es la economía bimonetaria, estúpido”.
“Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación. Una es la espada, la otra es la deuda” -John Adams.
Así comienza la carta, a partir de esta idea, Kirchner señala la falta de dólares como el principal problema de la economía argentina.
Kirchner afirma que, a pesar de que Milei prometió reducir la intervención del Estado, en realidad controla los precios de cuatro áreas clave de la economía:
- El precio del dólar.
- El precio del dinero, con una tasa de interés negativa.
- El precio del trabajo, con topes salariales.
- La liberación del precio de bienes y servicios, pero mantiene subsidios en tarifas de luz, gas y transporte.
La economía bimonetaria y sus consecuencias
Kirchner argumenta que el ajuste fiscal y la falta de dólares llevaron a una caída económica severa y llevó a que Argentina sea más cara en dólares que los países desarrollados.
Además critica la inflación mensual del 4% al 4%, que considera una “tragedia social” en medio de una profunda recesión.
Sostiene que el gobierno abandonó el discurso liberal de anti-intervencionismo estatal y la teoría monetarista que atribuía la inflación únicamente a la emisión monetaria.
También critica la creciente preocupación de las calificadoras extranjeras sobre la capacidad de Argentina sobre pagar su deuda.
“Esa misma escasez de dólares fue la que impidió llevar a cabo la dolarización que Milei imaginaba como plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal. Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar”.
Con críticas a la gestión anterior
Critica el acuerdo con el FMI, de la gestión de Alberto Fernández, acusando al peronismo de haber respaldado un préstamo “irregular” que perjudicó al país.
Kirchner también dirige su crítica hacia los movimientos sociales, como la UTEP y el Movimiento Evita, a quienes acusa de fomentar el clientelismo y dividir a los sectores populares.
Crítico, también, el manejo del escándalo de la foto de Olivos, que según ella, contribuyó a una crisis de confianza debido a la violacion de las normas de aislamiento durante la pandemia.
Reprocha a la CGT y a los sindicatos su falta de adaptación a las nuevas realidades laborales, destacando que solo el 40% de los trabajadores privados está sindicalizado.